¿Por qué el amor no es suficiente?

La quiere a ella, porque ella no le necesita a él. Es como un reto. Conquistar su amor. No le gusta que se lo pongan fácil. Así nunca te dejarás querer. El día que ella te ame con el ardor de mil soles, te aburrirás. Porque el amor, a veces, cuando llega decepciona. Se vuelve todo demasiado fácil, monótono. Un beso hoy y el mismo mañana. Que si sigue siendo la misma aburre, mal. Y si cambia pues peor. Pero debe ser otra cosa...

Definitivamente soy yo, de forma aislada, sin comparar. Yo no paro el corazón de los hombres con miradas coquetas. No he hecho que un hombre se plantee toda su existencia solo por mirarme a los ojos, él no supo que tipo de hombre quería ser solo por sentir mi sonrisa. No hubo ni planca piel, ni mechones de pelo dejándose caer por mi mejilla, ni dientes de luna, ni ojos esos ojos que te devuelven la mirada y sientes que has alcanzado lo inalcanzable. No soy así, soy más simple que eso. "Solo soy una chica, delante de un chico, pidiéndole que la quiera". Solo ofrecía amor, amor. Mi propuesta quedó como un café al que le falta azúcar, sin interés. 

Me siento tan reemplazable

Te he querido hasta cuando te he odiado.

Esta es una de esas cartas que uno escribe simplemente para sacar el dolor del pecho, vaciar el daño que le han hecho en un puñado de letras que después le desgarrarán si las lee. Son tantos los momentos bonitos que no importa si volviesen con los malos, con tal de tener los buenos.. Esta es una de esas cartas que hay que quemar para poder respirar de nuevo...

Hace unos días soñe contigo. Me decías "Tamara, ya nunca me abrazas.." Solo hace un mes que me dijiste que no querías seguir conmigo, y tengo que verte a todas horas, no solo en clase, riendo y viviendo tu vida como si tu felicidad estuviese de vuelta, tengo que verte a cada hora, no se si es demasiado ambicioso decir que te veo a cada minuto, paseando por mi mente, pero esa es la sensación... Para ti es muy fácil, tu no me querías, nunca lo hiciste. Mejor dicho, tú nunca quisiste quererme. No te lo podías permitir. Habías sufrido mucho en el pasado. Tu pasado, tu primer amor. Te hizo daño... En el fondo seguro que sabes cómo me siento, lo que no sé es cómo te atreves a hacerme el mismo daño que te hiceron a ti. El primer amor nunca se olvida, por muchos años que pasen el primero siempre habrás sido tú...

 Incluso has vuelto a escribir poesía, como si fuese yo la que te estaba reprimiendo. Has empezado a buscar otros brazos para hacer cosquillas, otras manos frías que calentar, a otra a la que regañar porque no come suficiente, otra. Y no solo eso, encima tengo que ser testigo de cómo dedicas tu tiempo a otras mujeres, y eso, duele.

Creo que puedo decir con el suficiente convencimiento y firmeza que no te van a volver a querer así, de una forma tan incondicional y despreocupada como yo te quiero ahora mismo. Joder... te he querido hasta cuando te he odiado. Te quiero ahora, aún sabiendo que no ha habido nada ni nadie en mi vida que me haya hecho sufrir tanto como tú, que con mis lágrimas podría regar un árbol por años... Y no contento con todo esto, después de un largo tiempo sufriendo por ti, me dices que no quieres más, pero que quieres ser mi amigo.

Me siento idiota, la verdad. Para ti fui otra más y lo sabía incluso mientras que duraba el amor, ese poquito amor que pudiste sentir por mí. Es para sentirse avergonzada. Que llegues a querer a alguien más que a ti mismo, que no importe cuanto sufras por estar con él, aferrandose al dolor solo por conservar algo que ya está casi muerto.. Es algo que solo había escuchado en mis canciones preferidas.

Te escribo porque no puedo continuar viéndote de esta forma tan fracuente y como si no hubiera pasado nada. Así no voy a superarlo nunca, ya te lo dije. Quieres ser mi amigo, vale, así tu sales ganando, como a ti te gusta. Me tienes ahí para que te escuche, para reir conmigo, llorar, contarme tus problemas.. una amiga. Pero, ¿y yo, qué? Yo estoy enamorada de ti, si quedo contigo será por que te quiero, porque te echo de menos, porque quiero que todo vuelva a ser como fue, porque quiero arreglar lo que esta roto aunque parezca imposible. Quiero ser quien buscas, sé que puedo sacar ese carácter y dejar de ser tan patosa y niña. Sería difícil, pero oye, milagros ocurren todos los días, y aunque te odie por esto, te quiero. No te quiero. Mentira. Te amo. Hay una diferencia y lo sabes. Eso me lo has enseñado tú. Una de las muchas cosas que he aprendido contigo, es a amar, y no creo que el destino tenga muchas personas preparadas en nuestro camino para que amemos. Yo creo que solo hay una. Y la mía eras tú. Tuve suerte de encontrarte y te he perdido... Que tonta fui. El problema es que me ha faltado carácter, y todo para que no te fueras. Esto es la pescadilla que se muerde la cola. Pero te has ido ya. Bueno, te has ido a medias que es mucho peor. Dios, y no es porque no quiera verte, es por que te quiero, no como un amigo. Te quiero como la persona con la que quería viajar por el mundo, cocinar cookies, ver películas bajo la manta, ir a patinar sobre hielo, escuchar Guns n Roses y con la que recordar momentos de las series o películas que nos gustan. Te quiero a ti, entero, sin cambios. Quiero lo nuestro, reconstruirlo y cuidarlo.

Definiciones

Nos esforzamos en definir la felicidad, aunque sabemos que hay más de siete mil millones de formas de verla. Aún así no puedo resistirme a dar alguna pincelada de lo que mis ojos ven en ese bello concepto, y me sorprendo advirtiendo que la felicidad está, como mucha gente me había contado, en lo más pequeño de este mundo.
Es como un beso en la frente, como ese momento en la fría noche en el que tiras despacito de tu sábana y tapado por completo, te sientes a salvo y entre sueños sonríes como un tonto. Es como ese sentimiento de armonía con el universo, cuando la primera gota de lluvia cae en tu nariz. Ese ataque de cosquillas que produce un dolor divertido. Esa mirada, ese beso, esa caricia, ese abrazo, esa persona. Despertarte un domingo y abrazar a tu madre muy fuerte y regalarle un sincero "te quiero". En este mundo de pequeñas cosas, podríamos ser tan inmensamente felices...

Ábreme las puertas de tu balcón, que acabo de anudarte la Luna a los barrotes.

No hay palabras para describirlo.

Ojalá algún día llegues a ser suficiente, tanto como para que no haya felicidad antes de tu llegada y todo lo que creyó que era amor sea recordado como un sentimiento tonto de adolescente. Ojalá algún día camine hasta tu casa mientras mantiene una simple conversación contigo por el móvil y de repente te diga que te asomes a la ventana tan solo para decirte "que tengas dulces sueños, preciosa". Ojalá algún día tu recuerdo consiga quitarle el sueño durante noches enteras, y solo le quede la opción de reconstruir pensamiento tras pensamiento cada momento vivido contigo. Ojalá algún día se le constipe el corazón en verano, por no tener tu calor con él durante varíos días. Ojalá algún día mire a las estrellas y su alma suspire, sus piernas tiemblen y vea en cada constelación tus lunares, y llore por dentro por no poder acaraciarlos y besar cada uno de ellos en ese mismo instante. Ojalá algún día su voz se quiebre al mencionarte, note sus manos sudorosas y le sea imposible no sonreir al pensarte. Ojalá algún día te diga que te ama,  no que te quiere, que te ama, que muchas otras veces pensó estar enamorado, y ninguna de ellas se equipara al sentimiento que tú le haces sentir, ese que ata, que se te agarra al pecho y sientes que estás en la fina línea entre morir de amor y saber lo que es la felicidad. Ojalá alguien sea capaz de cerrar sus ojos para siempre en el dulce sueño de la muerte.. por ti.

Déjate cuidar.

Hoy pienso en aquellos descorazonados que, en un tiempo atrás, amaron demasiado.

A los mejores soldados siempre les han tocado las batallas más duras, y todos ellos, por valientes, sin importar si ganan o pierden, tienen la gloria, tienen la paz. Has luchado y has perdido. Asimilada tu derrota y retirado en tu hogar, ya nada te embriaga. Pero sé que en el fondo,  mientras piensas en ir esparciendo ya  las cenizas de tu esperanza, buscas la canción perfecta que envuelva de color las paredes de esa habitación vacía.

Veterano en esta guerra, vengo a ofrecerte la paz.

Por el mal camino

Una vez más he salido corriendo.

Mil veces he contemplado los diferentes senderos por los que me podría llevar esta vida, y no sé cómo lo hago, pero ninguno es para mí. Todas mis opciones parecen ser incorrectas, y por más que cambio de vida, sé que esta no es la mía.

 Me fui, lo hice porque no era mi sitio. La compañía era agradable, rodeada de amigos, cada uno con sus ideas, muy diferentes a las mías, sí, pero como a todo el mundo, logré encontrar en ellos eso que les hacía especiales como seres humanos. Incluso ya no me importaba el olor a sustancias psicotrópicas de los pasillos y las pintadas ideológicas... pero me faltaba algo, y es que yo no tenía que estar ahí. Tardé en saberlo, aunque intenté escribir ese destino para mí... no, no estaba escrito. Así que simplemente huí, una vez más, sin pensar en nadie, solo pensando en mí.

Ciencias Políticas, ¿qué hacía yo estudiando eso? Era el doble grado, así que no solo era eso, sino también Derecho. A cada cual más aburrida. De momento me he librado de una de ellas, pero el derecho me va a perseguir durante toda la vida de ahora en adelante. Yo que me imaginaba creando belleza sin reglas y en libertad, me limito a estar inmersa en un mundo de normas. Debería de estar sacando de mi interior sentimientos para plasmarlos en lienzos, pero aquí estoy, analizando un caso práctico de Constitucional, nada más bello.

Y es que mi misión en la vida era crear belleza, no destruirla. Un vez más en el camino equivocado

Con lo bello que es el mundo, a qué puede dedicarse uno que sea mejor que a contemplarlo y a disfrutar de esta breve estancia en él...

Por ti, amiga. Te mereces algo mejor.

Sé que un día te despertarás a una hora cercana ya al amanecer, empezarás a mirar el techo como de costumbre, cuando la luz empieza a abrirse paso por la ventana, y en ese preciso momento, sé que te darás cuenta. Ya lo has superado. Si duele significa que hay algo, pero tú ya no sientes nada en absoluto. El desprecio te hace saber que fue real, el dolor se convierte en simple odio, pero ya no lloras, y eso es bueno. Por fin dejas de pensar que un día de estos, como por azar, encontrarás un mensaje suyo. Ese mensaje que has escrito mentalmente tú misma más de una vez. En él te explicaba cómo había sufrido todo ese tiempo, escondiendo sus sentimientos por miedo. Algo tan fuerte que se sentía hasta avergonzado, igual que tú. Que nunca intentó esquivarte, lo hacía porque sentirte cerca y ver como no podías ser suya era incluso más doloroso que el hecho de no verte. Que recuerda todas las cosas bonitas que hiciste, cada olor, cada sabor, cada forma, cada recorrido que sus dedos hicieron por tu cuerpo, y por supuesto, tu voz y las cosas estúpidas que decías a causa de tu timidez, esas que a él tanta gracia le hacían. Que lo único que puede hacer es preguntarse      cómo puedes haber olvidado todo aquello que él recordará para siempre.

Ya has esperado suficiente.

 Ahora él es simplemente alguien a quien solías conocer.